Mentiras climáticas y verificación de hechos

By Fresopolis

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La amarga verdad: la agricultura está matando al medio ambiente

– ¡Ups! ¿Lo sabías?

El suelo bajo nuestros pies es la base de nuestra vida. Pero, ¿qué ocurre cuando esta base se destruye? La situación actual es alarmante: en todo el mundo, las tierras agrícolas están siendo devastadas a un ritmo sin precedentes.
No solo se trata de la pérdida de superficie, sino también de miles de millones de toneladas de suelo fértil que se pierden por erosión.
Y eso no es todo:

Al destruir suelos, bosques y humedales, perdemos nuestros principales almacenadores naturales de CO₂.

Cada año, solo por cambios en el uso del suelo –como la deforestación, el drenaje de humedales y la sobreexplotación de suelos– se liberan unas 3,9 mil millones de toneladas de CO₂.
El CO₂ que ya no pueden almacenar los suelos y las plantas termina en la atmósfera.
Los océanos deben absorber miles de millones de toneladas adicionales de CO₂ cada año – y ya están sobrecargados.
Las consecuencias: acidificación, extinción de especies y una crisis climática acelerada.
La agricultura, que debería alimentarnos, no solo es víctima, sino también culpable. Contribuye significativamente a la degradación – con consecuencias fatales para las personas y el medio ambiente.

Verlassen

La devastación: toneladas y hectáreas

Cada año, se pierden en todo el mundo entre 23 y 26 mil millones de toneladas de capa superficial fértil por erosión – lo que equivale a unos 14 a 16 toneladas por hectárea y año.
Al mismo tiempo, cada año desaparecen varios millones de hectáreas de tierras agrícolas por sobreexplotación, sellado y conversión. Según las previsiones actuales, hasta el 95% de la superficie terrestre podría estar degradada para 2050 si seguimos como hasta ahora.

A menudo, se crean nuevas superficies mediante la deforestación o la quema, mientras que las antiguas zonas devastadas rara vez se restauran.
Ejemplo: Alemania:
Actualmente, cada día se reclasifican unas 109 hectáreas de tierras agrícolas para asentamientos, transporte, energías renovables o medidas de conservación.

El círculo vicioso: nuevas superficies por deforestación

La devastación de las superficies originales persiste – rara vez se restauran. En su lugar, se crean nuevas tierras a través de la deforestación o la conversión de espacios naturales en tierras de cultivo.
Esto tiene consecuencias fatales para la biodiversidad y el clima.
Esto significa:
No solo perdemos suelos fértiles, sino también bosques, humedales y pastizales que son insustituibles como sumideros naturales de carbono.
La capacidad de almacenamiento de CO₂ disminuye drásticamente.

Las consecuencias del CO₂: perdemos nuestros protectores naturales del clima

SSuelos, bosques y humedales son enormes almacenes de carbono. Si se destruyen, el CO₂ almacenado se libera – y las superficies ya no pueden absorber nuevo CO₂.
Las consecuencias:
Tierras devastadas: apenas almacenan CO₂ – el humus se pierde, el suelo está agotado.
Zonas deforestadas: ya no pueden absorber CO₂ – y la tala suele liberar aún más CO₂.
Humedales: Si se drenan y se usan para la agricultura, su efecto protector del clima se invierte: liberan enormes cantidades de CO₂.
El resultado:
Cada año debemos liberar miles de millones de toneladas más de CO₂ a la atmósfera – y al mismo tiempo perdemos los sumideros naturales que podrían ayudarnos a proteger el clima.
Y el CO₂ que ya no podemos almacenar en suelos y bosques termina en los océanos, que ya están sobrecargados y muriendo.

La amarga verdad: debemos actuar

La agricultura es en gran parte responsable de la degradación de las tierras agrícolas. Pero también puede ser parte de la solución.
¿Qué hacer?
Necesitamos urgentemente un cambio de sistema hacia métodos sostenibles y regenerativos – para suelos sanos, seguridad alimentaria y un futuro habitable.
Agricultura regenerativa: formación de humus, fomento de la biodiversidad, protección contra la erosión.
Uso múltiple del suelo: por ejemplo, agrovoltaica – agricultura y energía fotovoltaica en la misma superficie.
Protección y restauración de humedales: los humedales son protectores del clima – no deben seguir siendo drenados.
Reforestación: los nuevos bosques almacenan CO₂ y crean hábitats.

Conclusión

La agricultura está matando al medio ambiente – y todos sentimos las consecuencias. Pero podemos cambiarlo.
Ahora es el momento de asumir la responsabilidad y luchar juntos por un futuro sostenible.
Nuestros suelos y bosques son nuestra base vital. Si los perdemos, lo perdemos todo.
Cifras clave de un vistazo:
Pérdida de suelo fértil: 23–26 mil millones de toneladas por año debido a la erosión
Emisiones de CO₂ por cambio de uso del suelo: aprox. 3,9 mil millones de toneladas por año
Océanos: deben absorber miles de millones de toneladas adicionales de CO₂ cada año – y ya están sobrecargados

¡Todos estamos llamados – por suelos sanos, bosques vivos y un futuro habitable!

 

El author: Francesco del Orbe

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