– el silvicultor y FMNR
El método FMNR de Tony Rinaudo es como un hechizo de la naturaleza – Una historia de raíces olvidadas que despiertan tras siglos
Imagina esto: bajo el suelo polvoriento de África, yacen sistemas de raíces milenarios, algunos tan antiguos como la época romana. Solo esperan volver a brotar, pero cada vez que un brote delicado atraviesa la superficie, es devorado por cabras o cortado por la mano humana. Hasta que llegó Tony.
Las “raíces Avatar” y su renacimiento
En países como Níger o Etiopía, bajo la superficie hay bosques subterráneos – raíces que han sobrevivido durante siglos. Provienen de árboles talados hace mucho tiempo, pero cuyos restos nunca murieron del todo. Como los árboles sagrados de Avatar, han seguido viviendo en secreto. Cada brote que logra salir a la superficie es un verdadero superviviente, pero sin protección, rápidamente cae víctima del ramoneo de animales o de recolectores de leña.
Cómo funciona FMNR: Un pacto de protección con la naturaleza
Los brotes se convierten en protegidos:
Los agricultores aprenden a tratar los brotes jóvenes como tesoros. Los marcan con piedras o estacas de madera y construyen cercas de espinas para mantener alejadas a las cabras y el ganado. En Etiopía, los grupos de aldeanos incluso organizan vigilias nocturnas para proteger las áreas.
Selección de los más fuertes:
Por cada tocón, solo se dejan 1–3 brotes vigorosos; los demás se eliminan con machetes para que los restantes crezcan más rápido. En dos años, alcanzan los 4–6 metros de altura, protegidos como niños valiosos.
La fuerza de la comunidad:
Tony capacita a los ancianos del pueblo, quienes establecen reglas: “¡Quien corte un brote, paga una cabra!” Así, en Malí surgieron bosques comunitarios que todos protegen juntos.
La capacitación de Tony: Del desaliento a la esperanza
Tony Rinaudo no es un maestro típico. Se arrodilla en el polvo, muestra con sus manos y herramientas cómo cuidar los brotes, y cuenta historias:
Campos de demostración: En tierras degradadas, deja crecer brotes FMNR. Los agricultores se asombran al ver cómo la “tierra muerta” se convierte en oasis verdes en pocos meses. En Ghana, las cosechas se duplicaron – y los agricultores se convirtieron en embajadores.
Magia entre pares: Forma “campeones FMNR” – agricultores como Yacouba de Níger, quien dice con orgullo: “Antes se reían de mis ‘campos de maleza’. ¡Ahora me suplican semillas!”
Herramientas sencillas: En lugar de máquinas costosas, Tony enseña a usar machetes y tijeras. “¡Cualquiera puede hacerlo, incluso los niños!”, dice riendo.
Los milagros de las raíces antiguas
Los árboles regenerados son testigos vivos del pasado:
En el Sahel, acacias crecen de raíces que han sobrevivido desde la época colonial.
En Etiopía, brotan olivos cuyas semillas alguna vez trajeron los romanos o comerciantes antiguos.
Tony los compara con fénix: “Vuelven a levantarse, si solo les damos una oportunidad.”
Éxitos emocionales: De lágrimas a sonrisas
En una aldea de Kenia, una campesina lloró cuando su primer campo FMNR dio maíz tras años de sequía. Hoy vende mangos de árboles que crecieron de raíces de 200 años. Sus hijos ya no tienen que caminar 10 km para conseguir agua – los árboles mantienen el suelo húmedo.
El mensaje de Tony: “FMNR no es solo una técnica, es una declaración de amor a la Tierra. Cada brote es una promesa: la naturaleza nunca olvida cómo estar viva.”
Con FMNR, tierras sin esperanza se convierten de nuevo en catedrales verdes, y los agricultores en guardianes de un antiguo pacto entre el ser humano y la naturaleza 🌱. Y existen muchos más sistemas así – y tú también puedes ayudar: apóyanos y contribuye a restaurar hábitats y crear nuevos medios de vida para estas personas.
Más información en el programa Guardián de la Tierra.
El autor: Francesco del Orbe